lunes, 11 de septiembre de 2017

Periodo de entre guerras. Los fabulosos veintes y la GranDepresión(1920-1939).

El tratado de Versalles fue un acuerdo de paz firmado en 1919 al finalizar la Primera Guerra Mundial por los países participantes. Este pacto obligó a las naciones perdedoras a indemnizar a los contrincantes; Alemania cedió territorios a Pozna y se le obligó a reconocer la independencia de Polonia, y Francia e Inglaterra recuperaron colonias de África. Rusia, por su parte dejó el conflicto dos años antes de concluirse, pues se encontraba en un proceso de cambio socio-político donde el régimen zarista luchaba por contener la popular tendencia socialista de Lenin, Stalin y Trosky. En América, fue Estados Unidos quien tomó el control con su ideología capitalista; este país entró a la guerra en 1917 en apoyo a Inglaterra y los países de la Triple Entente o Entente Cordiale.

Los fabulosos veintes.
Si se pudiera volar alto para observar el continente europeo desde el cielo con una vista aguada como la de las águilas y transportarnos a 1919 con la máquina del tiempo de volver al futuro, se distinguiría la destrucción de ciudades y territorios de la mayoría de los países. De la misma manera, dirigiendo la mirada hacia Estados Unidos, se observaría un panorama muy diferente, pues las batallas se libraron en campo europeo, y esto ocasionó bajas en la población civil, destrucción de ciudades y contaminación del suelo, agua y aire. Sin duda, este escenario puso en desventaja a los países ganadores y mucho más a los vencidos. Estados Unidos ofreció apoyos económicos a los países de Europa para su recuperación, y a cambio se beneficiaron empresarios estadounidenses con la ventaja de incursionar en el mercado europeo para comerciar sus productos.
Los consorcios norteamericanos vivieron un periodo de auge en la década de los años veinte, y de igual manera el nivel de vida de los estadounidenses fue de bienestar económico y social. Por un lado tenemos a la familia estadounidense con electrodomésticos modernos, autos lujosos de ocho cilindros y ciudades bien cuidadas, libres de contaminación y sin los daños consecuentes de la posguerra. Por otro lado, las familias europeas luchaban por reorganizarse y resurgir, existía miseria y pobreza por la falta de infraestructura, había escasez en trabajo, alimento y medicamento. Por lo tanto, fue una situación que el gobierno estadounidense aprovechó para prestar a los gobiernos extranjeros y ayudar de esta manera a la reconstrucción de los países. Para tener un mejor entendimiento de la situación de Estados Unidos, es preciso conocer la segunda revolución industrial que se vivió a partir de la segunda mitad del siglo XIX. El empleo del petróleo y de la electricidad hicieron posible un avance científico y tecnológico, que aunado al privilegio de bienestar económico y social que vivió Estados Unidos en la posguerra, fueron factores de los felices años veinte o años locos en este país.

Políticas transformadoras.
Mientras Estados Unidos disfrutaba de los años gloriosos, en Europa se gestaban ideologías de patriotismo en los países que fueron líderes en la Gran Guerra. Rusia por ejemplo, continuaba formando su política socialista que inclinaba el control de las empresas grandes y de los servicios a la clase proletaria. Italia intentaba resurgir reluciendo su memoria histórica referente al antiguo imperio romano; en cierta manera, el líder Benito Mussolini implantó una política imperialista que llevó a la conquista de territorios como Abisinia (Etiopía), Albania y Croacia de la región de los Balcanes. Mussolini implantó el fascismo italiano cuyas características fueron el establecimiento de una dictadura con intereses elitistas.
Alemania por su parte, adoptó la doctrina del Partido Nacional Socialista (Nazi) representada principalmente por el canciller del parlamento alemán Adolf Hitler. La ideología Nazi se remitía a la raza aria como la escogida por Dios para imponer un nuevo orden mundial, pero también culpó al grupo étnico-religioso judío de los problemas económicos y sociales del continente europeo. De igual manera, se pretendió un control total sobre la vida económica y social de Alemania, misma que sería regida por el führer. Alemania fue el primer país en desconocer los tratados de Versalles, sobresaliendo el militarismo y la fuerza dominante de la policía. Francia e Inglaterra mantuvieron sus tendencias capitalistas desplegadas por Estados Unidos.

El jueves negro: detonante de la Gran Depresión.
El jueves 24 de octubre de 1929 dio inicio la caída de la Bolsa de Valores de New York, suceso que originó tensión y crisis repentina en Estados Unidos debido a la inflación, la cual causó una excesiva oferta de productos con poca demanda. Esta tensión desató definitivamente un ambiente de inestabilidad social, económica y política que llevó a la ruptura de la paz, de una paz inestable que se forjó desde 1919 con la inconformidad de algunos países respecto al tratado de Versalles. Decisivamente el tema del jueves negro es merecedor de un mayor análisis que vaya más allá de lo explicativo, por eso se hablará más adelante y de manera exclusiva sobre este tema coyuntural para todo el mundo originado desde Estados Unidos.
Por el momento nos quedamos en lo siguiente: tras la caída de la Bolsa de Valores en Wall Streat, los países europeos como Francia e Inglaterra también entraron en crisis económica por la inflación. Mientras, naciones como Alemania, Rusia e Italia fortalecieron sus doctrinas para llevarlas a un sistema de orden social y económico dirigido y controlado por el gobierno en ciertos casos (Alemania e Italia) imperialistas, y por el lado de Rusia se gestó una ideología donde el control económico estaría en manos del proletariado, formando a su vez la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Alemania se recuperó de la crisis como algunos otros países, y a la vez se preparó con tecnología armamentista para dar frente a lo que sería el rompimiento de los tratados de Versalles, y dar inicio a las primeras declaraciones de guerra y ataques, mismos que dieron origen a una cadena de sucesos que marcaron de 1938 a 1945 la Segunda Guerra Mundial. Este será el título de nuestra próxima publicación.






Fuentes:

Brom Juan, Esbozo de Historia Universal, grijalbo, vigésima edición, México, 2000



Rodríguez Alfonso, Lecciones de Historia. Desde las monarquías absolutas hasta nuestros días, trillas, cuarta edición, México, 2004.

www.historiaprendeh.blogspot.com

http://fama2.us.es/fde/ocr/2006/tratadoDeVersalles.pdf

http://www.historiasiglo20.org/EG/

https://www.youtube.com/watch?v=vLpWdZj7Rps


Visita: www.revistadehistoria.es



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